BILLBOARD - Plan de vuelta de Lady Gaga: recordarle al resto que de verdad puede cantar

BILLBOARD - Plan de vuelta de Lady Gaga: recordarle al resto que de verdad puede cantar


Su última era, ARTPOP, estuvo bajo la lupa, los Oscars pueden haber servido de escaparate para que la cantante muestre ese punto de inflexión en su carrera.

Lady Gaga ha actuado en dos galas en un solo mes, la teatralidad llamativa es lo que suele estar presente en las performance de la cantante, pero en los Grammys y en los Oscars no hubieron chorros de sangre ni ningún alter ego masculino, tampoco cambios de vestuario ni huevos a punto de estallar en el escenario. En ambas galas cantó clásicos de la música, sin bailar y sin vestir ningún outfit elaborado. En ambas deslumbró.




Los premios de la academia fueron un momento importante para Gaga. Solicitada para realizar un popurrí de canciones de The Sound Of Music para homenajear el 50 aniversario de la película, Gaga lo aceptó, pudiendo haber sido esto una petición ingrata para una actuación en la hora final de la gala de una muy larga retransmisión. Pese a esto, se convirtió en el momento musical del que todo el mundo habló la mañana siguiente. Vistiendo un vestido blanco de ensueño y dejando de lado los guantes rojos que lució en la alfombra roja, la artista se dispuso a cantar The Sound Of The Music, Do Re Mi, Edelweiss y Climb Ev'ry Mountain, con una cálida sonrisa y ni una nota en falso. La performance terminó con una ovación en pie de púbico y más importante aún, un abrazo de Julie Andrews. Parecía que ese momento se había convertido en la piedra angular de su carrera.

Abrazo entre Lady Gaga y Julie Andrews en la gala de los Oscars

¿Cómo ha sucedido esto?. No es ciencia aeronáutica: Gaga goza de una tremenda voz. Es un instrumento que alguna vez se ha visto eclipsado por algunos de sus hits dance. En canciones como Poker Face y Applause podemos ver como la cantante casi habla en vez de cantar. Aún así cualquiera que haya visto cantar en directo a Gaga saber que sus cuerdas vocales pueden llegar a frecuencias estratosféricas y tirar la casa abajo. Es el tipo de voz que ha sido educada en música clásica, pero que a la vez transmite la personalidad de Gaga con cada melisma.

Lady Gaga en 2013

Es también el tipo de voz que no hemos escuchado lo suficiente últimamente. Gaga en su intransigencia es consciente de que puede ponernos los pelos de punta durante sus shows, ¿pero cuántas veces han visto sus fans ese lado en los últimos cinco años?. La carrera de la diva del pop ha sido definida por romper los moldes estéticos, y mientras ella reserva un rato en sus conciertos para sentarse a piano y dejar de lado su arte, su imagen pública se ha estado dedicando a innovar con elementos que no dejan de lado el sonido y centrándose en la canción. Podemos apreciar su potencia vocal en su icónica actuación en los AMA 2011 con Bad Romance, pero los trajes, los tocados y la coreografía distraen al público.


El compromiso de Gaga con el espectáculo ha sido su piedra angular en galas, vídeos, portadas de discos y en toda oportunidad de promoción. Esa mentalidad la convirtió en una estrella del pop, pero en 2013 ese enfoque la hizo chocar contra un muro. ARTPOP produjo un hit 10 con Applause, pero su lanzamiento provocó que las expectativas estuviesen demasiado elevadas incluso para Gaga. Los fans contaban con una aplicación con la que interactuar, una colaboración con Jeff Koons y un vestido volador, y ni mencionar las empalagosas actuaciones de Applause en los distintos programas de televisión. Las críticas de álbum fueron diversas, pero ninguno de los singles tuvieron gran impacto.

Lady Gaga y Tony Bennett
El punto de inflexión de todo el asunto pareció llegar en el Southwest Music Festival 2014, donde en su actuación Lady Gaga fue vomitada y colgada en una parrilla. El art-pop de Lady Gaga se convirtió en demasiado arte pero en insuficiente pop.

Desde su gira, el artRave: The ARTPOP Ball Tour, que concluyó el pasado otoño, Gaga ha hecho lo impensable: le dio la vuelta a todo y abrazó los clásicos musicales. Cheek To Cheek, su álbum de canciones clásicas americanas en dueto con Tony Bennett, no ha generado ningún hit, pero se ha vuelto otro álbum en alcanzar el número uno, estrenado el pasado septiembre, y finalmente ganador de un Grammy a mejor álbum vocal de pop tradicional.

Más crucial aún fue mostrar su habilidad, además de crear un puente de unión entre los maduros fans de Tony Bennett y jóvenes fans de la cantante cuando los dos cantaron el pasado febrero Cheek To Cheek de Irvin Berlin en la gala de los Grammy. Cheek To Cheek no ha gozado de un éxito arrollador, pero si un movimiento respetable para enderezar el barco de su carrera que se había desviado de su ruta.

Después de un año apartada de la avalancha de chistes de ARTFLOP, Gaga es una de las grandes ganadoras de los premios de la academia, donde se apoyó en canciones que a todo el mundo le agradan presentándolas de una manera refrescante y sencilla. Gaga, sin duda, va a tratar de abrirse nuevos caminos en la música pop con materia original en algún momento, pero ahora ella está desarrollando de nuevo su carrera, que llegó a ser bastante complicada, apostando por su voz para entretener a público. Una apuesta de donde está recibiendo resultados.